Batalla de Navas de TolosaSe conoce así porque tuvo lugar cerca del pueblo jiennense del mismo nombre, en 1212 y enfrentó a los almohades con las tropas cristianas. Alfonso VIII de Castilla  presionó al Papa Inocencio III para que promulgase una Cruzada, a la que se unieron los reyes de Navarra, Sancho “El Fuerte”, y de Aragón, Pedro II; a ella también se unieron caballeros europeos llegados a Toledo y miembros de algunas Órdenes Militares.
El 16 de julio de 1212 se enfrentaron las tropas cristianas contra el ejército numéricamente superior del califa almohade Muhammad An-Nasir.
Como consecuencia de esta batalla, se inicia el declive definitivo de los reinos musulmanes en la Península ibérica y avanza la Reconquista que consigue que en los siguientes cuarenta años los reinos cristianos avanzaran y conquistaran casi todos los territorios del sur bajo poder musulmán.

La leyenda cuenta que la colaboración de un pastor de la zona (Martín Halaja), fue crucial para el éxito de la batalla. Este guió el día anterior a la batalla a las tropas cristianas de Alfonso VIII hasta un buen lugar cerca del campamento musulmán por un camino conocido por muy pocos a través de Sierra Morena. Los almohades que creían dominar todos los pasos fueron sorprendidos por Diego López de Haro y otros caballeros que se habían desplegado en los flancos musulmanes tras haber cruzado el puerto de la Losa. Algunos consideraron que la ayuda provenía del mismísimo San Isidro, personalizado en aquel hombre que se ofreció a ayudar a los cristianos.